La historia de la música clásica comienza con la escritura musical, la cual aparece con el Canto Gregoriano; es aquí en donde Hildegard von Bingen tiene una importante participación.
A lo largo de la Historia de la Música, encontramos diferentes nombres de compositores, quienes, aunque no identifiquemos, hemos escuchado su música. Podemos resaltar nombres como Bach, Vivaldi, Mozart, Beethoven, Chopin, solo por mencionar algunos. Pero esto no fue siempre así.
En la Edad Media, cuando aparece el Canto Gregoriano, existían muchas composiciones de esta forma vocal, pero se desconoce el nombre de quienes están detrás de estas obras. Afortunadamente existe, hasta ahora, el conocimiento de una compositora: su nombre fue Hildegard von Bingen.

Una destacada mujer de la Edad Media
Hildegard von Bingen fue una abadesa benedictina, quién no solamente se dedicó a ello, sino también a la medicina, la poesía, la literatura, la teología, y por supuesto, a la música.
En una época en la que la mujer no tenía mayor relevancia, Hildegard von Bingen sale del molde, no solo por los libros que escribió ni por sus pensamientos, sino por la influencia que ejerció tanto en su tiempo, como en los tiempos posteriores.
Nacida en el año 1098, siendo la décima hija, sus padres la ofrecieron como diezmo, costumbre que era normal en esa época con el último hijo. Esta costumbre dictaba que este hijo se consagraría a Dios, y siguiendo este camino, Hildegard fue llevada al cuidado de una abadesa llamada Jutta, quien se encargaría de educarla, y posteriormente, Hildegard la reemplazaría.
A lo largo de su vida dijo que tuvo visiones, las cuales les ayudaron a ver y entender un mundo distinto, y todo esto lo plasmó en sus obras.
En un mundo en el que el Canto Gregoriano era gobernado por los monjes, Hildegard von Bingen se abre paso y, sin tener instrucción musical, deja las únicas composiciones musicales conocidas de un autor de la Edad Media.

La música de la primera compositora
En la Edad Media, la música gobernante fue el Canto Gregoriano, y dejó una herencia muy importante para la música futura: la escritura musical.
Estos cantos se recopilaron para que toda la música que era usada en las celebraciones litúrgicas de la Iglesia Católica, como por ejemplo, las misas, se cantara de igual manera en cualquier congregación.
Estos cantos tienen ciertas características, como son:
Textos en latín
Cantado al unísono (una sola voz)
Cantado por monjes
Textos tomados de las Escrituras
Escritura cuadrada
Escrito en tetragrama (cuatro líneas)
Hay una cantidad enorme de estos cantos, pero no se tiene conocimiento de quienes fueron los compositores, ya que es una recopilación a lo largo de muchas, muchas décadas.
Sin embargo, Hildegard von Bingen, a través de sus visiones y su entrega a Dios, nos dejó 78 composiciones de estos hermosos cantos, por supuesto que todos de su autoría, los cuales tienen, además de las características ya establecidas del Canto Gregoriano, su sello y sus propias reglas.
Estas diferencias entre el Canto Gregoriano normal y el compuesto por Hildegard von Bingen son:
Una extensión vocal mayor (abarca más número de notas)
Textos de su autoría (poemas)
Textos basados en sus visiones
Cantado por monjas
No solo eran cantos solemnes, sino también alegres
Les comparto un video, el cual contiene esta música maravillosa.
Hildegard von Bingen es la primera compositora conocida, gracias a que dejó registro de sus composiciones, realizando música completamente femenina.
Déjanos tus comentarios.
Comments